Hoy, en la
sección de recetas de #cocinandoconlamamanovata os traigo un post diferente. No
es ninguna receta, sino más bien una reflexión. No lo tenía programado, pero
ayer me paré en seco y empecé a observar como comía Leo, como estaba
disfrutando de ese momento e irremediablemente tuve que ir corriendo a buscar
la cámara para inmortalizar ese momento.
Y es que llega un momento en que todas las madres nos desesperamos por saber cuándo llegará el momento en el que nuestros hijos por fin coman solos. Estamos cansadas de darles de comer y acabar con el pelo pringoso y si tenemos mucha suerte, simplemente con alguna que otra salpicadura. Pues bien, con mi segundo hijo decidí dejarlo hacer. Leo hace como un mes que me quita la cuchara o tenedor y quiere comer él, pero claro no siempre acaba la comida en la boca. Así que decidí que siguiera comiendo con las manos, aun a sabiendas que al padre de la criatura no le entusiasma la idea. Cuando le dejo hacer come mucho mejor, más contento y a su ritmo. Lo veo como disfruta mientras juega y experimenta con la comida y cuando ya no quiere más te pide su biberón para acabar de bajar todo lo que se ha zampado. Porque sí, come genial y se me cae la baba viéndolo comer.
Vosotras también dejáis a vuestros peques descubrir y disfrutar la comida?? Yo solo sé que esta segunda maternidad la estoy viviendo mucho más segura de mí misma y disfrutando más. Sin tantos miedos y prejuicios y eso se nota en nuestros peques y sobre todo en nosotras.
Desde que
soy madre el tiempo que me dedico es mínimo, por no decir inexistente. No me
maquillo todos los días y cuando lo hago, por la noche no me desmaquillo y a la
mañana siguiente ya os podéis imaginar el cuadro que tengo en la cara.
Y cuando
desde Madresfera
me propusieron participar en el sello de calidad de #MamásMarykay lo vi
claro. Era la oportunidad perfecta a lo que llevaba tiempo queriendo hacer,
dedicarme tiempo.
Así que mi
objetivo con este sello, aparte de probar todos los productos y explicaros mis
sensaciones y experiencia, era empezar una rutina, buscar tiempo para mimarme y
hacer mi propio ritual de belleza. Si lo consigo os lo explicaré en otro post
;)
Así que... ¿Queréis saber un poquito más? Vamos allá! Set manos de seda Satin Hands Te blanco y cítricos
Es un kit de 3 pasos: Protector, exfoliante y crema. Paso 1:
protege, hidrata y prepara las manos. Crea una barrera en la piel sellando la
humedad. Paso 2:
exfolia la piel dejándolas más suaves y libres de impurezas. Paso 3:
hidrata la piel durante 24 horas.
Son 3 pasos muy sencillos, y aunque a primeras parece que vaya a ocupar mucho
tiempo, fácilmente se convierte en una rutina a la que no puedes fallar. Yo lo
hago por la noche cuando ya todo el mundo duerme, pero lo puedes hacer por la
mañana. Desde la
primera aplicación notas que las manos quedan mucho más suaves e hidratadas y
lo mejor es que no es graso!! Ya sabéis que hay cremas que te las aplicas y has
de estar sin tocar nada porque te quedan las manos pringosas un rato, pues esta
es genial porque se absorbe de seguida y notas al momento las manos mucho más
suaves. Notas la hidratación al momento y cuando llevas unos días también notas
la piel más tersa, rejuvenecida.
Ah! Como noté que el exfoliante funcionaba muy bien, lo probé en cara y cuello.
Y que queréis que os diga, genial!!. Arrastra impurezas y deja la zona mucho
más suave, así que miraré en su gama de productos para el rostro porque he
quedado encantada con la de manos.
Desmaquillador
de ojos líquido Mary Kay. No
las tenía todas conmigo con este producto y es mucho mejor de lo que esperaba.
Los desmaquilladores que he ido probando, o no limpiaban bien y dejaban
producto o me dejaban una capa grasa en la cara que no era normal. Así que os
puedo asegurar que es el primer desmaquillante que veo que limpia en
profundidad y es eficaz. Y no es que
limpie en una pasada, eso sería mentir, os aseguro que va genial. Aunque con la máscara de ojos waterproof nos cuesta un poco más.
Os explico cómo lo hago yo: impregnas un algodón con producto y te lo pones
encima de las pestañas dejando actuar unos segundos, para que empape bien la
zona y luego en un par o tres de pasadas lo tienes limpio. Lápiz de labios gel semi-mate de larga duración
Quizá es el del que menos me esperaba ya que para los labiales soy algo básica,
me gusta el rojo. Y al ver que era de larga duración... ya me veía con los
labios resquebrajados y secos. Pero después
de probarlo no me vi tan mal, aunque es un color que veo para mujeres con una
piel algo más pálida (opiniones mías) y al ser más morena no me acababa de
convencer. Así que lo que hago es aplicarlo con un pincel y el color queda más
suave y el resultado me gusta mucho. El tema de
que sea de larga duración y aspecto mate... me equivoqué de nuevo. No reseca
para nada, es súper jugoso cuando te lo pones y durar, dura de verdad.
Volver a sacar tiempo para mí, era lo que me proponía. Y después de estar más
de 15 días con Mary Kay, he de decir que he encontrado un hueco para mí y el
ritual de cada noche es sagrado (excpeto cuando me duermo sin querer).
Y desde aquí os animo a todas a buscar ese momento. Que sí, lo sé, no lo
encontrais. Que ser madre nos ocupa todo el tiempo y al final del día estamos
tan cansadas que lo último que nos apetece es meternos en el baño y ponernos a
exfoliar, limpiar, cremas... Pero hacerme caso, ese momento lo necesitamos y
sobre todo nos lo merecemos todas y cada una de nosotras.
Mari Kay ha sido todo un descubrimiento y
me alegro haber podido formar parte de este sello de calidad y ser una de las
#MamáMaryKay