Últimamente nos cuesta levantarnos por las mañanas cuando llega el fin de semana, así como viene siendo costumbre; salimos a media mañana de casa.
Al llegar al parque hacía un sol increíble pero a la sombra se notaba el frío y cuando daban rachas de aire ni os cuento! Pero bueno, teníamos decidido pasar un buen día, así que fuimos dando un paseo tranquilamente hasta la zona donde se encuentran los toboganes gigantes. El parque es enorme (consta de 7 zonas) y muy bonito, pero siempre que hemos ido nos hemos quedado en la misma.
Estuvimos corriendo y jugando un buen rato hasta que llegamos a los toboganes y Noa fue directa a ellos (imaginaros luego el momento de irnos...). En esta zona los niños y no tan niños nos lo pasamos genial y os aseguro que haces hambre para un picnic o lo que haga falta jajaja!
Y como me imaginaba, al rato de subir y bajar sin parar, la peque quiso comer. Aunque no muy lejos de los toboganes porque quería tenerlos controlados no fuera que desaparecieran. Así que justo al lado que está el lago, colocamos nuestra manta de picnic, sacamos la cesta de jugar de la peque que había cogido para meter el vermut y nos comimos nuestros bocadillos de butifarra.
A veces tenemos sitios preciosos a nuestro alrededor y no lo sabemos. Nosotros descubrimos este parque por casualidad y ahora voy a ver si encontramos otros sitios para iros contando.
¡Besos y Feliz día!
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